La ciudad de Oaxaca guarda infinidad de rincones
encantadores. Declarada Patrimonio Cultural de la humanidad, debe su belleza a
sus encantos naturales, a la armonía de su arquitectura, a sus ricas
tradiciones culturales, y a la sabrosa variedad de comidas típicas. En esta
ocasión te contaremos sobre el Jardín Antonio Labastida, un encantador
parquecito que no debes dejar de visitar ubicado en el corredor turístico de la
ciudad.
El parque Labastida es en la actualidad el lugar de
encuentro de numerosos artistas. Casi todos los días se dan cita en el lugar
artistas, pintores, artesanos y joyeros para exhibir sus bellos trabajos en la
plaza. Quien la visite podrá apreciar y adquirir piezas de lo más diversas:
bodegones, oleos de iglesias, naturaleza muerta, escenas de la ciudad, tianguis
vernáculos, joyas labradas en plata y diversos materiales, entre otros. Quien
se enamore de su arte, tendrá la oportunidad de llevarse las obras a precios
menores de los que suelen ofrecerse en las galerías establecidas.
En el lugar también se encuentra un pequeño mercado de ropa
y textiles típicos que nos recuerdan las tradiciones de los diferentes pueblos
del estado. Por la belleza y originalidad de las prendas no querrás irte sin
llevar un ejemplar.
Quienes lo visiten encontraran en el Jardín Antonia Labastida un grato lugar para pasar el tiempo, admirando arte, contemplando la
bella fuente o sentándose a descansar. Las pintorescas casas que rodean al
parque Antonia Labastida merecen también ser contempladas por sus bellos
colores y arquitectura colonial. El lugar parece una postal que recoge lo más
bello de la bohemia de la ciudad.
Además en la feria podremos encontrar vendedores ambulantes
que ofrecen bocadillos deliciosos, panes, tamales, gelatinas, dulces caseros y
empanadas para disfrutar en la tranquilidad del lugar.
La plaza, como muchos rincones de Oaxaca, tiene una historia
para contar. Originalmente el parque fue llamado “La sangre de Cristo” por
estar ubicado junto a la iglesia que lleva el mismo nombre. Posteriormente en
los años 80, se la rebautizó como Orden y Libertad, pero fue en 1894, que el
espacio verde se transformó en un moderno jardín. El municipio finalmente
decidió nombrar el parque Plazuela Antonia Labastida para homenajear a la
heroína de La Reforma. Se recuerda a Labastida como una mujer valiente que
auxilió a Porfidio Díaz en los tiempos más funestos de la república.
Antiguamente el parque se encontraba forestado con bellos y
corpulentos Fresnos. Sin embargo, por su gran tamaño y edad, fue necesario
sacar los árboles para evitar riesgos a quienes paseaban por la plaza.
El jardín Antonio Labastida se ubica sobre la segunda calle
Abasolo entre las calles 5 de Mayo y Macedonio Alcalá a una cuadra del Templo
de Santo Domingo de Guzmán. Es un excelente paseo para hacerlo caminando y
disfrutar del aire libre. Quien opte por ir en automóvil podrá tomar la calle
Reforma a la altura de la Avenida Independencia dirigiéndose por tres cuadras
hacia el norte. Deberá doblar allí a la izquierda y en la siguiente cuadra a la
derecha hasta la esquina que forman las calles 5 de Mayo y Abasolo donde está
ubicado el parque.
No te pierdas la oportunidad de conocer este bello jardín.
Melisa.
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