5 dic 2012

La misteriosa Kanki


La zona arqueológica de Kankí se encuentra hacia el norte de Campeche, a unos 14 km. del pueblo de Tenabo, perteneciente a dicho estado. Es un destino increíble que no podés dejar de visitar. 

Esta es una región que se caracteriza por la gran vegetación imperante, entre la cual se encuentra un arbusto particular con pequeñas flores amarillas, este arbusto es predominante en cada una de las construcciones antiguas del lugar, por lo que se cree que es la razón del nombre que llevan estas ruinas: Kankí. Justamente, esta palabra corresponde a un vocablo maya que hace referencia al arbusto mencionado.

La magnífica arquitectura de esta ciudad fue descubierta en tiempos recientes, por esto todavía se encuentra en proceso de reconstrucción.

En lo que respecta a su historia, la zona de Kankí fue ocupada alrededor del 500- 600 a.C, siendo su apogeo alrededor del 600 y su desocupación entre el 600 y el 1000 d.C. Otra de las características principales del sitio es la organización de sus estructuras, es decir,  la concentración de edificaciones en el centro de Kankí en torno a un conjunto de patios interconectados entre sí que en total llegan a un número de diez, entre ellos se encuentran varios depósitos de agua (denominados chultunes por los mayas) y algunas plataformas  o bases bajas).

Entre esas construcciones, se encuentra el Palacio o Estructura I localizado en el Grupo Central. En este espacio, el Palacio forma un patio principal con el resto de las estructuras. Es una edificación de dos pisos con columnas que forman una serie de caminos que llevan a dos habitaciones separadas por una escalera en el medio. En las últimas exploraciones al sitio, se habla  de que en el mencionado edifico se cerraron los aposentos que existían en él, en su última etapa de construcción, y se edificaron cuatro habitaciones y una escalera que conduce al segundo piso. Esta construcción, como bien indica su nombre (el Palacio) es la de mayor importancia en el lugar; y en él se presenta  un hecho curioso y significativo: el sol pasa por las ventanas de este palacio dos veces al año, lo que indica el inicio y la culminación de la temporada apta para los cultivos, respectivamente.

Es muy notorio encontrar en cada una de las construcciones de Kankí el estilo Puuc y la decoración de las columnas en forma cilíndrica con capitel cuadrado.

Otro conjunto de estructuras arquitectónicas es el denominado Grupo del Geco que consta de unos siete edificios que forman un patio pequeño. Otro grupo de cualidades similares es el Grupo de Cacabbbeec que consiste en cinco construcciones.

A este conglomerado de edificaciones, le sumamos otras también de real importancia: el Conjunto de las Columnas y la Escalera Invertida (o Estructura 6); ésta última tiene lugar hacia el oriente del Grupo Central y lo cierra por su extremo sur, expertos arqueólogos determinan que esta estructura es la más temprana de las encontradas en el sitio.

Como se dijo, la zona de Kankí conforma una arquitectura que ha sido descubierta en los últimos tiempos. Su salida a la luz data de 1940 cuando el explorador Pollock las encontró en su afán de descubrimientos arqueológicos en la región del estado de Campeche y las dio a conocer al mundo.

Estudios recientes sobre los terrenos que bordean a las esplendorosas construcciones dan cuenta que la sociedad antigua dueña de estos sitios se dedicaba a la agricultura. En esos mismos terrenos también se hallaron dos caminos que conducen hacia la selva.

Otro de los descubrimientos característicos de la zona lo constituye la serie de dinteles encontrados en las estructuras de piedra. Los dinteles hallados tienen un tamaño aproximado de 1.50 mts de largo, y tienen como particularidad la representatividad de la mitología maya en ellos y, con seguridad, la importancia sagrada de estos ornamentos. Estos bellísimos dinteles se encuentran expuestos en el baluarte de la Soledad, en la ciudad de Campeche.

Esta zona de tamaña importancia arqueológica e histórica no se encuentra con frecuencia abierta al público debido a las constantes exploraciones que se siguen realizando en el lugar. Aprovechar los momentos en que Kankí  se abre al mundo resulta una aventura difícil de rechazar ya que seremos parte de un descubrimiento único y placentero. No sólo porque estaremos siendo parte de la historia en la medida en que podamos percibir y dar un sentido particular a las tantas estructuras y figuras encontradas; sino también porque la explosión de sensaciones que produce el entrar en contacto con estos restos sagrados enmarcados en una naturaleza mágica y exótica vuelven la visita en un recorrido místico e inolvidable.

Visitemos las ruinas de Kankí para explorar las monumentales estructuras en estilo puuc, un estilo que no suele hallarse con frecuencia en el resto de las zonas arqueológicas de Campeche; y seamos parte de un viaje único atravesando los senderos secretos de los antiguos pobladores del lugar.

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