El Centro Cívico de la ciudad de San Carlos de Bariloche es un conjunto edilicio que tiene una gran importancia por reunir instituciones esenciales para el desarrollo del municipio. Pero no solo de eso deriva su gran relevancia, pues también constituye un icono que representa a la ciudad en todo el mundo. Es que la típica postal de Bariloche es aquella que incluye a este conjunto arquitectónico construido con piedras y maderas típicas de la zona. La fachada y su diseño originales le han permitido al centro convertirse en la fotografía característica del lugar.
Inaugurado el 17 de marzo del año 1940, el Centro Cívico de Bariloche está conformado por diferentes edificios, entre los que se encuentra la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento, el Museo de la Patagonia Francisco Perito Moreno, la Municipalidad, el Correo, la Policía y la Aduana. Las edificaciones rodean tres laterales de una plaza que está abierta por su lado norte y que ofrece una excepcional vista del Lago Nahuel Huapi. Su forma de U diferencia a este de otros centros urbanos que en su mayoría dispone a sus instituciones alrededor de las cuatro caras de una plaza.
Otro de los elementos destacados del conjunto es la torre del edificio de la Municipalidad en la que se puede apreciar un reloj que fue traído desde Suiza en 1939. Todos los días a las 12 y a las 18 horas aparecen 4 figuras que están talladas en madera y que representan a un indígena, un misionero, un conquistador y un labrador.
El proyecto estuvo en manos del arquitecto Ernesto de Estrada y construido por una empresa dinamarquesa que se encargó de contratar a obreros de diferentes nacionalidades según lo que se iba necesitando en el proceso. Por ejemplo, trabajadores italianos y yugoslavos se encargaron de la piedra, los polacos hicieron tareas de albañilería y los chilenos se ocuparon de la madera.
La fachada del edificio es lo que lo hace más característico. Las paredes están construidas con piedras verdes originarias del Cerro Carbón. Además se destaca la madera de ciprés y alerces en escaleras, balcones, puertas, techo, etc. Los techos de teja, las paredes con piedras a la vista y otras revestidas con troncos, terminan de completar el paisaje tan característico de toda la ciudad.
La visita al Centro Cívico conforma un recorrido obligado especialmente para los turistas. Es un sitio tradicional que no se puede dejar de conocer y conforma un lugar de encuentro desde el cual, por ejemplo, parten las mejores excursiones, se sacan las clásicas fotos con los perros San Bernardo (otro icono de la ciudad) o se comienzan los recorridos por el centro.
De su importancia, su popularidad y belleza se deriva el hecho de no poder dejar de visitarlo estando en la ciudad. Si bien los city tours incluyen a este centro tan representativo, será una buena opción poder dedicarle más tiempo, pues hay muchas cosas por ver e incluso se pueden presenciar espectáculos diversos.
Tu estadía en Bariloche debe incluir indudablemente una visita al Centro Cívico y sus alrededores. La ciudad tiene infinidad de atractivos para ofrecerte en cualquier estación del año y, por ende, jamás te arrepentirás de haber llegado hasta allí.