27 nov 2012

Observacion de Aves en Barracas del Cobre


Barrancas del Cobre es un paraíso para los amantes de las aves. Posee una de las diversidades biológicas más grandes del mundo, además, los cañones con sus impresionantes cascadas, imponentes paredones rocosos y su vegetación silvestre, son sin lugar a dudas una belleza para la vista. En este mágico lugar pueden avistarse muchísimas especies de aves que tienen por hogar estas fabulosas tierras. La región también posee más de 500 especies de flora, incluyendo 15 de pinos y 25 de robles. En este artículo le contamos más sobre la observacion de aves en Barrancas del Cobre, y las especies que pueden encontrarse.
Las Barrancas del Cobre son un importante corredor biológico de la Sierra Tarahumara, dentro de la Sierra Madre Occidental. Profundos cañones marcan climas muy diferentes tanto en las sierras como en el interior de las barrancas. En las altas mesetas y cañones con altitudes superiores a los 2400 metros las temperaturas son templadas (inviernos fríos y veranos suaves) con intensas lluvias estivales. Hermosos bosques de coníferas como el pino cubren estas maravillosas tierras donde habitan numerosas especies de animales como el oso negro, el puma, y el lobo mexicano. Las lluvias de verano anuncian verdes mesetas que visten los vibrantes colores de las flores silvestres. En niveles más bajos, desde los 1800 a los 2400 metros, crecen otras especies de pinos, robles y enebros que ocupan los extensos bosques, mientras que los Madroños, árboles tolerantes a la sombra crecen aportando un fuerte contraste con sus troncos de corteza rojiza. En los alrededores de Basaseachi y Madera, los alisos y álamos añaden ardientes colores a los paisajes otoñales. Estos bosques dan paso a matorrales y árboles achaparrados en las laderas de los cañones entre los 1200 y 1800 metros. Muchos se han adaptado a las áridas condiciones del entorno dejando caer sus hojas durante los largos períodos de sequía. En el fondo de los cañones prevalecen las condiciones tropicales, y en los lugares cercanos al agua pueden encontrarse enormes higueras y árboles de ceiba, así como una amplia variedad de pastos, juncos y palmeras. El jaguar, jaguarundi y el ocelote habitan estas cálidas tierras, aunque es muy infrecuente su avistamiento. También los tejones, mofetas, nutrias y ardillas son muy frecuentes por aquí.
En semejante entorno natural, es de esperar que las aves abunden tanto en cantidad como en especies. Muchas aves se mueven libremente entre un entorno y otro, pero muchas especies se encuentran limitadas a las distintas alturas. De los 2400 a los 1800 metros, en las regiones de pinos y robles, es posible encontrar a la cacatúa de montaña (Rhynchopsitta pachyrhyncha), el tecolote flameado (Otus flammeolus), el búho (Glaucidium gnoma), el hermoso pájaro de pecho colorado (Trogon mexicanus), la bellísima y azulada chara crestada (Cyanocitta stelleri), el simpático petirrojo americano (Turdu  migratorius), el hermoso pájaro azul del este o azulejo gorjicanelo (Sialia sialis), y el piquituerto colorado (Loxia curvirostra), entre otros.
En las zonas de robles, de los 1800 a los 1300 metros, pueden admirarse especies como la amazona de corona violeta (Amazona finschi) que actualmente es considerada una especie vulnerable, el autillo bigotudo (Otus  trichopsis), el bello colibrí de garganta azul (Lampornis  clemenciae), el carpintero de pechera (Colaptes cafer), el hermoso pico picapinos (Dendrocopos arizonae), la chara pecho gris (Aphelocoma ultramarina), el jilguero común (Myadestes obscurus), el bolsero de Wagler (Icterus wagleri), y el rascador arroyero o tarengo (Pipilo fuscus), entre otros.
En las zonas áridas y tropicales, de los 1300 a los 800 metros, la población de aves cuenta con especies como el buitre negro americano (Coragyps atratus), el gavilán cangrejero negro (Buteogallus anthracinus), el carancho norteño (Caracara cheriway), la paloma titibú (Leptoptila verreauxi), el bellísimo guacamayo verde, azul y rojo (Ara militaris) considerado una especie vulnerable, el cuco ardilla (Piaya cayana), el colibrí berilo o chuparrosa (Amazilia beryllina), el momonto corona café (Momotus mexicanus), la bellísima urraca de copete (Calocitta colliei), el chivirín sinaloense (Thryothorus sinaloa), la perlita sinaloense (Polioptila nigriceps), el chipe gorra rufa (Basileuterus rufifrons), o el bello cardenal rojo (Richmondena cardinalis), entre otros.
En el invierno llegan a la zona miles y miles de aves migratorias, principalmente patos y gansos que huyen de los intensos fríos de los vecinos países de Estados Unidos y más allá, Canadá. Definitivamente los amantes de las aves encontrarán en Barrancas del Cobre un paraíso para el avistamiento, pudiendo realizarlo desde las distintas comunidades y pueblos que se encuentran en la región. Hay múltiples empresas que se dedican a realizar caminatas y paseos grupales de observación de aves, pero también es una actividad que puede realizarse en soledad, y sobre todo en pleno contacto con la majestuosa naturaleza que nos rodea. 

Navegacion en Costalegre

Pensar en una extensión de playas sin interrupciones al lado del Océano Pacífico, con un clima cálido y una brisa marina suave es una imagen que nos llena de paz y que nos da muchas ganas de viajar inmediatamente allí. Ese lugar no es otro que Costalegre, un corredor ecológico turístico de la costa oeste de México, un país que parece haber sido bendecido por la naturaleza por las más hermosas costas, tanto de un extremo como del otro de su mapa.

Costalegre se extiende en unos 160 kilómetros de Colima hasta Jalisco, comenzando en el Puerto Manzanillo hasta llegar al conocido Puerto Vallarta.

Son muchos los atractivos en Costalegre. El primero en que podemos pensar es, por supuesto, la belleza natural que encontramos a cada paso que damos. Cada una de sus playas nos ofrece la posibilidad de pasar una estadía inolvidable, tomando sol, cabalgando, practicando algún deporte, sacando fotografías y simplemente contemplando el paisaje.

Pero una de las actividades más interesantes es, sin duda, la navegación en Costalegre, pues qué mejor lugar que las aguas del Océano Pacífico para subirnos a un bote tradicional, a una lancha o a un yate de lujo para surcar esa inmensidad repleta de vida.

Cada una de las embarcaciones nos ofrece experiencias distintas en cuanto a la intensidad y velocidad así como también lo que podremos hacer estando a bordo. Los botes nos permiten poder pararnos en un punto a probar suerte con la pesca, ya sea con nuestros amigos o con algunos pescadores del lugar.

Las lanchas, por su parte, nos hace posible disfrutar de la velocidad y la aventura recorriendo parte de la extensión de este litoral y observando cómo cambia el paisaje, acercándonos a los hermosos manglares que abundan en la zona y permitiéndonos experimentar con todos los sentidos la aventura de recorrer las aguas del Pacífico.

Los yates de lujo con fondo de cristal nos acercan una experiencia totalmente única de navegación en Costalegre y es uno de los mayores atractivos de este sitio puesto que nos permiten conocer las especies que viven en el agua. Adentrándonos en el Pacífico y gracias a la transparencia del material en la base del yate podemos ver los peces y los diferentes ejemplares que viven bajo el agua como si estuviéramos mágicamente parados arriba de ellos. Este es un acercamiento único a la naturaleza que solo puede ser posibles en pocos sitios que hayan incorporado al ecoturismo como la mejor forma de conocer sus bellezas naturales, apreciándolas sin causar ninguna modificación o daño a lo que vemos, sino desde un lugar de respeto y admiración. Esta opción es ideal para quienes no se animen a otras actividades como el buceo o el esnórquel que ya requieren sumergirse en las aguas.

Isla Navidad es, dentro de Costalegre, uno de los lugares ideales para poder navegar ya que allí encontraremos numerosos yates disponibles. Si buscamos sitios menos poblados y más tranquilos para poder disfrutar de cada uno de los paisajes de Costalegre podremos entonces ir hasta San Agustín, Esfinge, San Pedro, La Negrita, La Colorada, San Andrés o Pajarera, algunas de las pequeñas islas del corredor.

26 nov 2012

Recorriendo el Valle del Río Eléctrico y el Glaciar Pollone

En la Patagonia argentina podemos encontrar una amplia y rica variedad de sitios turísticos para visitar. Las particularidades que presenta la Patagonia, dadas por su combinación única de montañas y mesetas, lagos y glaciares así como la extensa diversidad que se puede apreciar en cuanto a flora y fauna, la convierten en una de las regiones del país más atractivas de visitar. Uno de estos bellos sitios en donde podemos encontrar tal exquisita combinación es El Chaltén, una pequeña localidad emplazada al oeste de la provincia de Santa Cruz.
 
En El Chaltén existen diferentes lugares para visitar, donde el imponente Cerro Fitz Roy es el protagonista principal de cada recorrido. En cada uno de los senderos que se emprenden, este monte puede apreciarse desde diferentes perspectivas, gracias a su altura que supera los 3000 metros. Una de las opciones en este sentido es recorrer el Valle del Río Eléctrico y el Glaciar Pollone, que posibilita la visualización de la cara norte del Fitz Roy.
 
El camino que permite comenzar con esta aventura, se encuentra a 16 kilómetros de El Chaltén, en el puente del Río Eléctrico. Para llegar hasta este punto, el turista que no cuente con auto propio, tiene la alternativa de contratar a una de las empresas de transporte que se encuentran en el pueblo, o bien, un servicio de taxi.
 
A pocos metros de dicho puente, se puede observar el sendero, que inicia antes de cruzar este viaducto. Al ingresar, podemos observar un frondoso bosque de lengas que nos acompañará una parte del recorrido. En esta senda podremos alejarnos del río en un principio, para luego bordearlo en sentido oeste. Luego de una caminata de aproximadamente dos horas de duración, podemos encontrarnos con otro mirador realmente increíble: Piedra del Fraile. Aquí el turista puede pasar la noche en el camping privado, que además cuenta con bungalows como una segunda opción.
 
Para continuar con este sendero, se debe tomar el camino que nos conduce al Lago Eléctrico, y desde allí, la senda que se encuentra a la izquierda que permite arribar al Río Pollone. Luego de media hora de caminata, apreciado la belleza de este entorno natural único, se pueden comenzar a visualizar los glaciares. En el lado derecho encontramos el Glaciar Pollone, en el izquierdo el Glaciar Fitz Roy Norte. De este modo, se logra llegar hasta el origen del Río Pollone, en donde se pueden apreciar cuantiosos bosques con una exuberante vegetación y belleza, un verdadero atractivo natural.
 
Si se escoge realizar este recorrido, se debe tener en cuenta que el mismo dura aproximadamente 5 horas: 3 de ellas para llegar desde el pueblo hasta Piedra del Fraile, las otras dos para arribar al Glaciar Pollone. La dificultad del mismo es considerada baja, ya que el desnivel no supera los 200 metros.
 
Si visitas El Chaltén en tus próximas vacaciones, no pierdas la oportunidad de llevar a cabo este recorrido, una opción diferente que permite apreciar el lado norte del Fitz Roy y toda su inmensidad. Con amigos o en familia, un sendero tranquilo, rodeado de naturaleza en cada rincón y a pocos kilómetros del pueblo. ¡No te lo pierdas!.

22 nov 2012

Jardín Antonia Labastida


La ciudad de Oaxaca guarda infinidad de rincones encantadores. Declarada Patrimonio Cultural de la humanidad, debe su belleza a sus encantos naturales, a la armonía de su arquitectura, a sus ricas tradiciones culturales, y a la sabrosa variedad de comidas típicas. En esta ocasión te contaremos sobre el Jardín Antonio Labastida, un encantador parquecito que no debes dejar de visitar ubicado en el corredor turístico de la ciudad.
El parque Labastida es en la actualidad el lugar de encuentro de numerosos artistas. Casi todos los días se dan cita en el lugar artistas, pintores, artesanos y joyeros para exhibir sus bellos trabajos en la plaza. Quien la visite podrá apreciar y adquirir piezas de lo más diversas: bodegones, oleos de iglesias, naturaleza muerta, escenas de la ciudad, tianguis vernáculos, joyas labradas en plata y diversos materiales, entre otros. Quien se enamore de su arte, tendrá la oportunidad de llevarse las obras a precios menores de los que suelen ofrecerse en las galerías establecidas.
En el lugar también se encuentra un pequeño mercado de ropa y textiles típicos que nos recuerdan las tradiciones de los diferentes pueblos del estado. Por la belleza y originalidad de las prendas no querrás irte sin llevar un ejemplar.
Quienes lo visiten encontraran en el Jardín Antonia Labastida un grato lugar para pasar el tiempo, admirando arte, contemplando la bella fuente o sentándose a descansar. Las pintorescas casas que rodean al parque Antonia Labastida merecen también ser contempladas por sus bellos colores y arquitectura colonial. El lugar parece una postal que recoge lo más bello de la bohemia de la ciudad.
Además en la feria podremos encontrar vendedores ambulantes que ofrecen bocadillos deliciosos, panes, tamales, gelatinas, dulces caseros y empanadas para disfrutar en la tranquilidad del lugar.
La plaza, como muchos rincones de Oaxaca, tiene una historia para contar. Originalmente el parque fue llamado “La sangre de Cristo” por estar ubicado junto a la iglesia que lleva el mismo nombre. Posteriormente en los años 80, se la rebautizó como Orden y Libertad, pero fue en 1894, que el espacio verde se transformó en un moderno jardín. El municipio finalmente decidió nombrar el parque Plazuela Antonia Labastida para homenajear a la heroína de La Reforma. Se recuerda a Labastida como una mujer valiente que auxilió a Porfidio Díaz en los tiempos más funestos de la república.
Antiguamente el parque se encontraba forestado con bellos y corpulentos Fresnos. Sin embargo, por su gran tamaño y edad, fue necesario sacar los árboles para evitar riesgos a quienes paseaban por la plaza.
El jardín Antonio Labastida se ubica sobre la segunda calle Abasolo entre las calles 5 de Mayo y Macedonio Alcalá a una cuadra del Templo de Santo Domingo de Guzmán. Es un excelente paseo para hacerlo caminando y disfrutar del aire libre. Quien opte por ir en automóvil podrá tomar la calle Reforma a la altura de la Avenida Independencia dirigiéndose por tres cuadras hacia el norte. Deberá doblar allí a la izquierda y en la siguiente cuadra a la derecha hasta la esquina que forman las calles 5 de Mayo y Abasolo donde está ubicado el parque.
No te pierdas la oportunidad de conocer este bello jardín.
Melisa.

La Isla de Jaina, Campeche


La isla de Jaina es reconocida en el mundo entero por las estatuillas encontradas en el lugar  que remiten al poder artístico y sagrado de quienes habitaban la zona y tenían a su cargo los rituales más importantes de la sociedad, como los ritos fúnebres. Esto puede deslindarse de los restos óseos encontrados en Jaina, restos precolombinos de los que se puede determinar que la zona había sido utilizada como una gran necrópolis donde se enterraba, a través de actos sagrados, a los seres notables de toda la región.  Toda esta información fue posible conocerla por los adornos y las cerámicas que se encontraron junto con los restos humanos y que hicieron de la isla de Jaina un espacio lleno de intriga y descubrimientos.
Este valioso sitio arqueológico se encuentra a unos  42 km al norte de Campeche y está medianamente separado del resto del municipio, conformando una pequeña península a la que se accede mediante embarcaciones creadas para tal fin. El canal que separa a la Isla de Jaina tiene aproximadamente 60 mts de ancho y se dice que fue construido parcialmente y de manera precaria, pero firme,  por los antiguos pobladores de la isla.
En lo que respecta a su toponimia, el lugar recibe el nombre de “Casa de las aguas” ( há - agua, il – lugar,  – casa) en lengua maya, y justamente se debe a la ubicación particular del sitio.
En cuanto a su historia, se determinó que Jaina fue ocupada hacia el año 250 a.C aproximadamente, tuvo su apogeo entre los años  600 y 800 d.C y su decandencia hacia el 1200 de nuestra era.
La sociedad maya de esta región mostraba una división marcadamente jerarquizada en cuanto a las funciones que cumplía cada poblador; dedicándose el pueblo común a los cultivos y a la pesca (una de las actividades más importantes de la isla) y la clase más alta, a la cuestiones políticas y administrativas, y a la guerra. Las figuras de barro encontradas en el lugar, en especial aquellas que acompañan a los muertos de las enormes tumbas de Jaina, demuestran lo dicho anteriormente; a la vez que dan cuenta de la grandeza expresiva de los escultores antiguos que fabricaron las estatuillas con un realismo tal que hoy nos permiten saber y apreciar el tipo de vestiduras que usaban, costumbres, ornamentos, así como también, percibir  toda una cosmovisión particular y simbólica propia de los antiguos pueblos mayas.
Arquitectónicamente, los complejos de ceremonias que pueden admirarse en la isla son los que se denominan  Zayosal y  Zacpool, que no muestran un excelente estado de preservación pero aún así puede destacarse la magnificencia con que fueron construidos.
  Los dos complejos se encuentran hacia el sureste y tienen como límite alargada plaza de importancia dado que se encuentra en el núcleo central de la ciudad. Junto con esta construcción puede apreciarse un llamado “juego de pelota”, una serie de plataformas y bases con habitaciones, entre otras edificaciones que parecen ser de uso más bien exclusivos.
Todavía no pudo definirse con exactitud lo que respecta a la arqueología del lugar ya que el lugar, por su ubicación geográfica, trae aparejado problemas en cuanto al acceso. Sin embargo, profesionales del mundo se están dedicando de lleno al descubrimiento de estos misteriosos sitios que encierran en sus innumerables tumbas secretos difíciles de discernir por el momento. Sí está claro la grandeza artísticas de quienes labraron las famosas estatuillas de Jaina que son un fiel retrato de la cultura del pueblo maya que ocupaba esta ciudad, y las ciudades de la zona; ya que se determinó que la gran necrópolis no sólo albergaba los restos de os habitantes de esta isla, sino a los más nobles de las ciudades vecinas.
Como una particularidad de la forma de entierro (ya que esta zona es particular por esto) cabe destacar los diferentes estilos que se utilizaban para despedir al ser querido. Si éste era un niño, se  lo colocaba en una inmensa urna, y si era un adulto, se lo ponía en el piso, envuelto con telas (cual momia egipcia), una piedra preciosa en la boca y se lo rociaba con un mineral fundido del lugar.
Junto al cuerpo se colocaban adornos y elementos alusivos a la importancia del fallecido, así como también objetos simbólicos relativos al viaje místico que emprendía éste.
Conocer todas estas cuestiones íntimas y sagradas de un pueblo de tamañas magnitudes fue una ardua tarea que emprendieron  arqueólogos y demás profesionales relacionados, y que aún hoy no ha sido totalmente terminada.
 Jaina es un sitio de complicado ingreso, por eso en la actualidad no se encuentra habilitado al público, justamente para priorizar el trabajo científico en los sitios arqueológicos caracterizados. Sin embargo es válido acercarse para tener una idea de la magnitud del trabajo precolombino en la zona, así como para sentir a través de todos nuestros sentidos, la  mística que envuelve a la isla, y que junto con la naturaleza maravillosa del lugar, vuelve la visita un recuerdo único y enigmático.

Iglesia San Luis Obispo


En el estado mexicano de Campeche se encuentra el poblado de Calkiní,  palabra que en la lengua maya significa “garganta del sol”. Quien recorra esta magnífica ciudad no debe dejar de visitar uno de sus más importantes atractivos: la Iglesia San Luís Obispo, sin duda uno de los más bellos edificios coloniales de México. En esta ocasión los invitamos a conocer un poco más sobre ella.
La iglesia San Luís Obispo se encuentra ubicada en el centro de la ciudad de Calkiní, frente a la plaza central. Recorrer la historia de este templo, su arquitectura y su belleza, nos va llevando de los antepasados mayas en la península de Yucatan, a la Conquista, y a la posterior llegada de los franciscanos con su tarea de evangelización.
Cuenta la historia que Tzab Canul – el mayor de  los nueve hermanos del linaje de los Canul- fundó el pueblo de Calkini tras la destrucción del Mayapán, el último gran imperio de la región. En ese mismo acto creó la primera ciudad del cacicazgo Tuc-ca'an – cuyo significado es Rincón del Cielo- en el lugar donde se encontraba una hermosa ceiba, árbol sagrado para los mayas.
Fue en 1539 cuando tras una larga resistencia, los pobladores mayas se vieron obligados a ceder ante los colonizadores dando comienzo a la larga historia de evangelización. Se estima según documentos hallados que habrían pertenecido a los religiosos, que el espacio elegido para la construcción de la Iglesia fue sobre un templo maya. Los especialistas en el tema afirman que la elección de construir sobre lugares sagrados mayas buscaba dos efectos, por un lado interrumpir  los modos de vida tradicionales para en un segundo momento remplazar un culto por el otro.
La fundación de la  iglesia San Luís Obispo se remonta al siglo XVI, pero en esa época se trataba de otras tres instituciones religiosas que la antecedieron: la Capilla de Indios, la Capilla del Santísimo y el convento. La construcción del templo data de años remotos, se estima que las primeras obras fueron levantadas aproximadamente en 1548, y que recién en 1561, trece años después de que se iniciara su edificación, tuvo lugar la primera misa ofrecida por Agustín Ponce. Es posible leer en escritos de la época, descripciones que dan cuenta del asombro ante la ausencia de una iglesia.
Debieron pasar dos siglos de remodelaciones para que el edificio adquiriera el aspecto con el que hoy la conocemos, pues la conclusión de la Iglesia no sería sino hasta principios del siglo XVIII, aunque ha sufrido a partir de entonces algunas remodelaciones.
Arquitectónicamente el templo se caracteriza por sus anchos y altos muros, apuntalados con sólidos contrafuertes que dan a esta iglesia el aspecto de una fortaleza. Fue hecha a base de piedra, madera y metal. Por su construcción, es reconocida como uno de los templos más bellos del sureste mexicano y ha sido declarada Monumento Nacional.
Otra de las particularidades de su fachada que no deja de llamarnos la atención es que posee una única torre de tres cuerpos.
En su interior cuenta con un amplio espacio con techo de bóveda de cañón. El presbiterio -lugar que rodea al altar mayor- se encuentra elevado y posee una forma semi circular. Otro detalle que no debemos perder de vista al visitarla es el retablo tras el altar, de estilo barroco posee más de 200 años. Podremos deleitarnos con una interesante colección de pinturas de arte religioso, entre ellas un conjunto de miniaturas que representan la última cena. Las obras que están expuestas son en su mayoría de carácter anónimo.
Hacia el fondo del templo, tiene lugar la Capilla del Santísimo, construida en el siglo XVII, se caracteriza por el estilo austero típico de la arquitectura franciscana.
La presencia en el lugar de una capilla de indios no sorprende a quienes conocen sobre la arquitectura conventual. Su levantamiento responde a una necesidad de la época: la construcción de estos espacios abiertos buscaba facilitar el acceso al culto a la masa de población recientemente convertida al cristianismo.
El convento contiguo a la Iglesia fue habitado por frailes franciscanos entre los siglos XVII al XIX, y se trata de uno de los primeros 8 lugares que fueron construidos en la Península de Yucatán. Se estima que el inicio de su construcción data de 1561, y que a finales del mismo siglo ya estaba listo para desempeñar sus funciones básicas. A partir de 1982, el lugar fue ocupado por monjas de la Orden de Santa Clara.
No solo por su belleza arquitectónica la Iglesia de San Luís Obispo es uno de los destinos preferidos por los turistas que visitan el sureste mejicano. Los monumentos históricos del pasado prehispánico y colonial mucho podrían decirnos si gozaran de la palabra. Sigilosos testigos de nuestras historias, nos remontan a nuestros antepasados. Quienes visiten la Iglesia de San Luis Obispo construida en suelo maya, ¿qué imaginan que les  susurrarían sus paredes?
Melisa.

Parque Oblatos en Guadalajara


En el límite oeste del mapa mexicano nos encontramos con el estado de Jalisco, un lugar en continua expansión y que se ha convertido con el paso del tiempo en uno de los tantos destinos turísticos que este país tiene para ofrecer a los turistas que llegan desde todas partes del mundo.
La competencia por atraer la mirada de los viajeros en México es mucha pues no se trata de uno o dos lugares de gran belleza, sino de una sucesión de paisajes incomparables que le hacen más difícil la decisión al turista. Algunos de estos paisajes ni siquiera necesitan publicitarse, basta con verlos y caen rendidos contingentes enteros.
Es cierto que hay mucho que se desconoce y que todavía no ha sido explotado turísticamente pero es solo cuestión de tiempo. Cada paisaje mexicano es una experiencia única y un recorrido interesante, una forma de conocer la cultura regional y nacional y una aventura, no importa las coordenadas que se elijan, siempre encontraremos algo emocionante y cautivador, solo hay que saber mirar.
Ante esta gran gama de opciones Jalisco nos presenta una carta fuerte: su capital, la ciudad de Guadalajara, una verdadera perla en la costa del Pacífico, tal como la suelen llamar sus habitantes y quienes ya han pasado por sus tierras y le guardan particular cariño.
Los atractivos de Guadalajara son muchos y recorren toda una lista que va desde lo cultura hasta lo deportivo, pasando siempre e inevitablemente por lo natural, aquellos paisajes que solo encontraremos allí.
En esta última categoría nos encontramos con el Parque Oblatos, también conocido como Parque Barranca Oblatos-Huentitán, que se ubica justo al norte del municipio de Guadalajara en la zona conocida como Huentitán y específicamente entre límites de Tonalá, Ixtlahuacán del Río, Zapotlanejo y Zapopan.
El Parque Oblatos es considerado un corredor biogeográfico por la gran diversidad biológica que alberga al encontrarse en una ubicación más bien alejada de una circulación importante de personas, lo que hace que se preserve el ambiente mucho más y con él, las diversas especies vegetales y animales que encuentran allí su hogar.
La vegetación que nos podemos encontrar aquí se puede clasificar según una división en tres partes: la ue corresponde al bosque tropical caducifolio, la del bosque de galería y aquella vegetación llamada secundaria. Gracias a esta diversidad son muchos los investigadores en la materia que llegan para documentar, entre otras cosas, algunas de las especies endémicas, es decir, aquellas que son propias del lugar y que no pueden encontrarse en otra parte del mundo.
Pero no solo por la variedad vegetal este parque es uno de los atractivos de Guadalajara sino también por su propia historia pues en este sitio tuvieron lugar importantes sucesos de la ciudad mucho antes de su fundación como por ejemplo el enfrentamiento entre los españoles y los pueblos originarios de Huentitán.
La barranca de Oblatos-Huentitán es, además de un hermoso lugar para observar y fotografiar, un circuito tranquilo y placentero para los deportistas que utilizan las subidas y bajadas de sus laderas como una forma de ejercitarse en un entorno natural que además de desafiante es admirable.
Por otra parte, en el fondo del cañón nos encontramos con las orillas de los ríos Verde y Santiago, a cuyas orillas se suelen reunir las familias o los grupos de amigos que llegan hasta allí para tener un agradable picnic.
Por si nos faltaran opciones, este hermoso lugar nos muestra otro atractivo: las ruinas de “La casa colorada”, una antigua hacienda, así como otra gran muestra de años pasados: el puente Arcediano, que data nada menos que del año 1893, dos atracciones más que interesantes que se mezclan en la naturaleza.
Además de todo lo dicho anteriormente, el Parque Oblatos tiene un gran número de servicios como lo son el área de calentamiento, la posibilidad de tomar las caminatas guiadas, el servicio de campamentos, una capilla en un entorno ideal, una opción divertida y pedagógica en los cursos de verano, diversas exposiciones, un mirador desde el cual tener una impresionante vista panorámica, pláticas y conferencias, así como recorridos ecológicos y vigilancia permanente.
Como si todo lo nombrada no fuera suficiente para convencerlo de tomar el camino hacia el norte de Guadalajara para visitar este renombrado parque, le recordamos o le avisamos por si no lo sabía, que la entrada a este atractivo lugar es totalmente gratuita, por lo que no debemos desaprovechar la oportunidad de conocerlo y conocer así parte de la historia y de la riqueza natural de la hermosa capital del estado de Jalisco.